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Muchos los catalogan con distintos adjetivos calificativos que podrían ir de mal en peor si es que no se han sabido ganar el respeto del grupo que está bajo su mando, donde los conflictos se pueden presentar como algo de lo más normal en la medida que no haya un ambiente armonioso de tolerancia mutua en el cual las diferencias de cualquier índole pueden quedar a un lado, si lo que se busca es que precisamente se aúnen esfuerzos para que sea el trabajo en equipo el que saque adelante los objetivos que se tienen en común.

Desde dicha perspectiva parece como algo que requiere de mucha paciencia para canalizar bien las emociones que al quedar equilibradas dejan entrever el carácter y disposición de cada uno, quienes están más que en un deber en un compromiso que les exige poner de su parte para atender con firmeza las responsabilidades que le son asignadas por una autoridad competente, la cual se encargará de revisar con suma cautela todas las acciones que han sido desplegadas para la consecución de las metas trazadas acorde a los lineamientos dictados.

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Sin importar cómo se les llame y las relaciones de amor-odio que despierten entre el personal a su digno cargo lo que queda en evidencia es que manejándose bajo dichos términos, se sobreentiende que no hay medias tintas y para no ahondar en detalles despertando una polémica al respecto porque no es algo que nos atañe en este texto, nos guste o no hay que saber reconocerles la labor que llevan a cabo para hacer frente a las adversidades al darles una respuesta efectiva a las dificultades sin que nadie resulte perjudicado.

Aunque sin embargo, si hay algo que tal vez nunca podamos cambiar son los sentimientos encontrados que tenemos para ellos y es en este caso que conviene compartir la emoción con nuestros compañeros o colegas de profesión, mostrándole estas imágenes graciosas jefes que te harán olvidar por un breve instante tu posible mal humor momentáneo para dar paso a todo un espacio lleno de diversión digno de una buena sesión de risoterapia.

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